quinta-feira, 18 de novembro de 2010

El ruego

Señor, Señor, hace ya tiempo, un día
soñé un amor como jamás pudiera
soñarlo nadie, algún amor que fuera
la vida toda, toda la poesía.

Y pasaba el invierno y no venía,
y pasaba también la primavera,
y el verano de nuevo persistía,
y el otoño me hallaba con mi espera.

Señor, Señor; mi espalda está desnuda,
¡haz estallar allí, con mano ruda
el látigo que sangra a los perversos!

Que está la tarde ya sobre mi vida,
y esta pasión ardiente y desmedida
la he perdido, ¡Señor, haciendo versos!

Alfonsina Storni

2 comentários:

thaís disse...

Sartô essa Alfonsina era uma danadinha.
abraço
thaís

J Alexandre Sartorelli disse...

Pelos poemas percebe-se que era uma mulher de grande sensibilidade. Pena que às vezes a sensibilidade é acompanhada de angústia. E Alfonsina lançou-se ao mar (que novo poema te foste a buscar...)
abraço